Chichén Itzá, considerada como una de las siete maravillas del mundo moderno desde 2007, es la ciudad maya más famosa del mundo y la segunda más visitada de México después de Teotihuacan. Fue fundada por grupos mayas entre los años 325 y 550 de nuestra era. Alrededor del año 800, los toltecas invadieron la zona, provocando la fusión de las dos culturas. Así, la ciudad alcanzó su máximo esplendor y llegó a ser la más poderosa de la Península de Yucatán a principios del siglo XII. Fue entonces cuando se construyeron los edificios que se conservan hasta ahora, como El Castillo o el Juego de Pelota. De dicha influencia surgió el culto por Kukulcán, la serpiente emplumada que entre toltecas y aztecas llevaba el nombre de Quetzalcóatl. No obstante, menos de medio siglo después de su época de mayor esplendor, una guerra civil acabó con la urbe. En 1988, la UNESCO designó a Chichén Itzá Patrimonio Cultural de la Humanidad y en 2007 se convirtió en una de las 7 Nuevas Maravillas del Mundo, de acuerdo con una votación internacional organizada por la empresa privada New World Corporation. Etimológicamente, Chi-ch’en Itzá significa “la ciudad al borde del pozo de los Itzáes”. Se localiza a 119 kilómetros de la ciudad de Mérida, Yucatán, tomando la carretera No. 180 hacia el poblado de Pisté, del cual está a 2 kilómetros el sitio arqueológico. El visitante puede arribar al sitio por medio del transporte público. Otra opción es tomar la vía de cuota si viajas desde Cancún o de Mérida. ¿Qué ver en la zona arqueológica de Chichén Itzá? El principal atractivo de la zona arqueológica es el Castillo de Chichén Itzá. Su gran tamaño y esplendor te maravillan desde que ingresas a la zona. En la cima de la pirámide se encuentra el templo de Kukulcán. Es común ver a
Chichén Itzá, considerada como una de las siete maravillas del mundo moderno desde 2007, es la ciudad maya más famosa del mundo y la segunda más visitada de México después de Teotihuacan. Fue fundada por grupos mayas entre los años 325 y 550 de nuestra era. Alrededor del año 800, los toltecas invadieron la zona, provocando la fusión de las dos culturas. Así, la ciudad alcanzó su máximo esplendor y llegó a ser la más poderosa de la Península de Yucatán a principios del siglo XII. Fue entonces cuando se construyeron los edificios que se conservan hasta ahora, como El Castillo o el Juego