Poca gente sabe que si las semicúpulas del edificio de la Ópera de Sídney se unieran, formarían una semiesfera perfecta. Cuando los ingenieros y arquitectos se avocaron a la ejecución del visionario proyecto, uno de los primeros asistidos por computadora, encontraron que la construcción cúpula por cúpula encarecería tanto la obra que la haría irrealizable. Entonces tuvieron la idea de hacer las cúpulas con piezas prefabricadas, partiendo de una esfera “madre” de 150 metros de diámetro. Este vanguardista diseño cupular hace del edificio australiano uno de los más reconocibles en el mundo. La Ópera de Sídney tiene una sala de