París, además de ser un museo al aire libre, ofrece innumerables lugares para visitar y rincones para perderse. Te presentamos las visitas imprescindibles en París.
Al norte de Francia se encuentra la capital del país, una de las ciudades más importantes en la historia del país galo y de toda Europa. Con más de dos millones de habitantes es además una de las capitales más pobladas del viejo continente y uno de los destinos más visitados de todo el mundo gracias a su historia, sus actividades culturales, su gastronomía etcétera. La Torre Eiffel, el Arco del Triunfo, la Catedral de Notre Dame, el Moulin Rouge, los Campos Eliseos, el cinematográfico barrio de Montmartre… no es difícil encontrar decenas de motivos para viajar a París ya sea con la familia, con la pareja o solo, para disfrutar de una exposición en cualquiera de sus múltiples centros rebosantes de cultura.
A París se la conoce de muchas maneras, aunque la más famosa es la «Ciudad de la Luz» (la Ville lumière), tanto por su fama como ciudad estandarte de las artes y las ciencias así como por la temprana iluminación de sus calles.
LA TORRE EIFFEL, PARÍS, 1937
Diseñada para durar sólo 20 años, la torre se salvó gracias a los experimentos científicos promovidos por Eiffel. En concreto sirvió para probar las primeras transmisiones radiográficas, funcionó como radio militar en 1903, desde ella se realizó la primera emisión de radio pública en 1925 y finalmente acabó sirviendo de banco de pruebas para la televisión.
Si tienes poco tiempo en la ciudad y quieres conocer lo imprescindible de la capital francesa, descubre nuestro itinerario para visitar París en un fin de semana.
Nuestro itinerario para ver París en 48 horas recorre los principales monumentos, jardines y arterias comerciales de la ciudad. Dependiendo de vuestros gustos podréis deteneros a hacer compras, visitar los monumentos, sentaros en un café, disfrutar de los jardines o adentraros en los museos. Todo queda en vuestras manos.
Día de llegada
Dependiendo de la hora a la que aterrice vuestro vuelo podréis hacer más o menos cosas. Suponiendo que sea una escapada de fin de semana, entenderemos que el avión llegará a media tarde y, entre que lleguéis al centro y dejéis las maletas en el hotel, no tendréis demasiado tiempo para las visitas.
Para empezar bien la visita nada mejor que visitar la Torre Eiffel, el símbolo de París. La mejor impresión la tendréis llegando en metro a la parada Trocadero, desde donde se aprecia la magnitud de la torre y los Campos de Marte, el jardín donde se asienta.
Bajando por el Trocadero llegaréis a la base de la Torre Eiffel, donde se encuentran las taquillas para acceder a la misma. Hay diferentes billetes para subir a distintas alturas, recomendamos animarse y subir a la tercera planta, donde se encuentra el mirador más elevado.
Después de la visita podéis dirigiros al Barrio Latino, uno de los lugares más animados y económicos para cenar. Tenéis que tomar el RER en Champs de Mars – Tour Eiffel y bajaros en Saint-Michel – Notre Dame. Desde el momento en que bajéis del tren sabréis adonde dirigiros.
Después de cenar podéis tomar una copa por la zona o dar un paseo para ver los monumentos iluminados. Cruzando a la Île de la Cité desde el Barrio Latino por cualquiera de los puentes del Sena llegaréis a Notre Dame. Si cruzáis la isla apareceréis en el Hotel de Ville, el ayuntamiento de París.
Primer día completo
El itinerario de hoy es algo cansado, pero servirá para recorrer los lugares más importantes de París. Empezando a las 10:00 en Los Inválidos y llegando a las 20:00 a Montmartre, tendréis unas 3 horas de paseo a pie y 7 horas para ver o hacer lo que queráis.
Comenzaremos a las 10:00 en Los Inválidos. Las paradas de metro más cercanas son Invalides, Varennes y La Tour-Maubourg. En el interior de la iglesia, bajo la cúpula central, se encuentra la tumba de Napoleón.
Junto a Los Inválidos se encuentra el Museo Rodin, muy cómodo de ver y altamente recomendable. En su jardín se encuentran las principales obras del escultor.
Cruzando la explanada de Los Inválidos llegaréis al puente de Alexandre III, el más bonito de París. Siguiendo rectos pasaréis entre el Grand Palais y el Petit Palais. Este último, de entrada gratuita, tiene una bonita decoración y un patio bastante interesante.
Continuando por la Avenida Churchill llegaréis a los Campos Elíseos y podréis divisar el Arco del triunfo a mano izquierda. Caminad hasta el sin prisa, echando un ojo a los escaparates de los diseñadores o tomando un café en las exclusivas terrazas.
Desde nuestro punto de vista, aunque no tiene la espectacularidad de la Torre Eiffel, el Arco del triunfo ofrece las mejores vistas de París. Subir hasta su cima es bastante recomendable.
Retrocediendo por los Campos Elíseos y tras caminar algo más de media hora, llegaréis a la Plaza de la Concordia, donde se encuentra el obelisco de Lúxor. Desde el centro de la plaza podréis ver al oeste los Campos Elíseos, al este los Jardines de las Tullerías, al sur la Asamblea Nacional y al norte la Iglesia de la Madeleine.
Caminando en sentido a la Madeleine recorreréis la Rue Royale, una de las calles comerciales más famosas de París. Podéis acceder al interior de la iglesia y luego, retrocediendo por donde habéis venido, tomar la calle Saint Honoré a la izquierda.
Siguiendo Saint Honoré veréis a mano izquierda la Plaza Vendome, presidida por la famosa columna copia de la de Trajano, en Roma.
Saliendo de la plaza por el mismo camino y siguiendo rectos llegaréis a los Jardines de las Tullerías. Recorredlos hasta llegar al Museo del Louvre, al que podéis dedicar tanto tiempo como queráis. Tratad de ser selectivos.
Saliendo del museo por su parte norte deberéis tomar la Avenida de la Ópera hasta llegar a la susodicha. Esta importante calle comercial fue construida por Napoleón III para comunicar el Louvre con el Palacio Garnier, nuevo edificio de la Ópera que el mismo comenzó a construir.
Rodeando el edificio llegaréis al Boulevard Haussmann, donde se encuentran las Galerías Lafayette y Printemps, dos grandes almacenes para presupuestos poco ajustados. Adentraros en Lafayette aunque sólo sea por ver su cúpula.
Si queréis conocer mejor esta zona, caminad en dirección este hasta el metro Grandes Boulevares, donde se encuentra el Hard Rock Café y el Museo de Cera Grévin.
La siguiente parada es Montmartre, para llegar podéis tomar el metro (Blanche) o caminar por la Rue Montmartre hasta llegar a la plaza Blanche, donde se encuentra el mundialmente conocido Moulin Rouge.
El Boulevard de Clichy es una zona bohemia, con bastante vida nocturna y tiendas que hacen pensar que te encuentras en el Barrio Rojo parisino. Pensándolo bien, así es.
Caminando hacia el este por el Boulevard de Clichy llegaréis hasta la parada de metro Anvers, donde veréis indicado el Funicular de Montmartre. Podéis utilizar este transporte o subir las 200 escaleras, como prefiráis.
Una vez en la parte alta de Montmartre no dejéis de visitar la Basílica del Sagrado Corazón y de recorrer sus calles. Siguiendo el flujo de turistas llegaréis hasta la Plaza du Tertre (más conocida como Plaza de los Pintores), uno de los mejores lugares de París para cenar tranquilo a un precio económico.
Después de cenar os recomendamos asistir al espectáculo del Moulin Rouge de las 23:00 horas. Si no queréis pagar el alto precio de la entrada, encontraréis en la zona muchos locales donde poder tomar una copa.
Segundo día
El segundo día por la mañana visitaremos Notre Dame. Si tenéis pensado subir a las torres y no queréis esperar más de una hora de cola, os recomendamos madrugar para estar en la fila a las 9:45 de la mañana (abren a las 10:00).
Después de fotografiar las famosas gárgolas adentraos en la catedral, no se tarda mucho en acceder, es gratis e imprescindible.
Al salir de Notre Dame cruzad la plaza y, girando por la Rue de la Cité, dirigíos a la Place Louis Lépine, donde se celebra todos los días el mercado de las plantas. Si hacéis la visita en domingo, también podréis ver puestos de pájaros.
Tomando el Boulevard du Palais y cruzando el Puente de Saint Michel llegaréis al Barrio Latino, donde ya estuvisteis el día de llegada. Tendréis que recorrer el animado Boulevard Saint-Michel hasta llegar a la Rue Soufflot, donde se encuentra el Panteón, otra de nuestras visitas imprescindibles en París.
Retrocediendo de nuevo por la Rue Soufflot llegaréis a los Jardines de Luxemburgo, los más bonitos de París. Aprovechad para dar un paseo, tomar un helado o, si hace bueno, sentaros al sol como los parisinos.
Cuando os canséis de los jardines retroceded por el Boulevard Saint-Michel hasta las calles más animadas junto al Sena. Este es un buen lugar para comer.
Si aún os queda tiempo, podéis aprovechar la tarde para visitar el Museo de Orsay, llegaréis caminando hacia el oeste por la orilla sur del Sena.
¿Tienes más días?
Si tenéis más de dos días en París siempre quedan muchos lugares que visitar: el Palacio de Versalles, el Museo du Quai Branly, la Defensa, Disneyland o las Catacumbas son algunas de las visitas recomendables.
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